jueves, 11 de febrero de 2021

Incógnita infinita

 



¡Oh! incógnita infinita que me llena de alegría,

¡Oh! Primorosa cadencia que estremece mi ser,

Cuando al caer en mi alma germina cual semilla

Envuelta en un silencio que se rompe al nacer. 

¿Cómo se forma? ¿De dónde viene? ¿Quién la envía?

¿Es el eco distante del lenguaje del cielo

Qué con acento etéreo pregona en profecía

La febril proclama de sempiternos anhelos?

¿O es el éxtasis diletante del ser interior

Que me hace ir por la vida enajenado

Sintiendo el palpitar sublime del germen creador

En un canto que solo en mis sueños he escuchado?

Quizá emergió de la mar al compás de la espuma

O es un acorde de sol, horizonte y distancia,

O tal vez de la armonía entre el silencio y la bruma

O es una antífona entre la flor y su fragancia.

Es la música una dádiva incomparable

Que recorre mis venas y llena mi soledad,

Portentoso misterio, verdad inexplicable,

Arcano infinito que me revela la eternidad.

Ella inflama y sumerge mi alma en dulce desvarío

Que da paso a un raudal en la quietud de mí ser

Y como un rayo de luz se apropia del vacío

Que como un lecho triste dejó el amor que se fue.

Verla no puedo, pero si sentir que me anega,

Discreta, sutil, susurrante como una voz

Que revelara los misterios de la fe ciega

Con que defiendo mis anhelos de este mundo atroz.

¡Por ella me levanto del fracaso cuando llega!

¡Por ella me doblego delante de Dios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario